Javier García-Solera y Rafa Rivera Herráez.
La primera semana de octubre tuvieron lugar diferentes sesiones en las que se hablaba del habitar, reflexionando sobre temas como la flexibilidad. En esta sesión, con Javier García-Solera y Rafa Rivera Herráez, se comentó el trabajo de mejora que están llevando a cabo estos dos arquitectos sobre la norma DC-09.
A lo largo de la conferencia, nos transmitían sus reflexiones y sus preguntas, siempre con el objetivo de pensar y repensar la vivienda. "¿Por qué la vivienda social nos la imaginamos bajo mínimos, aunque luego aportar más calidad de vida que la vivienda privada? ¿Por qué venimos del co-housing, nos hemos olvidado de él, y ahora vamos hacia el co-housing?". García-Solera citó una idea de Peter Zumthor: "La arquitectura consiste en entender y ordenar."
La normativa de vivienda debe garantizar calidad, versatilidad y sostenibilidad. Se suele pensar (o quizás no tanto) en la vivienda flexible, en los espacios polivalentes, en la casa collage. Pero, ¿es más importante que la vivienda sea flexible, o que lo sea la normativa? Quizás tengan la misma importancia la una respecto a la otra, pero con una visión general, desde hace tiempo parece que la flexibilidad está olvidada.
Durante la conferencia hicieron referencia en varias ocasiones al confinamiento, como punto de inflexión en el pensamiento de las personas que no saben de arquitectura, pero sí que la habitan. García-Solera citaba a un profesor suyo: "cuando recibía un proyecto de un alumno, solo hacía estas valoraciones: esto es grande, esto es pequeño. Quizás vaya de eso la reflexión."
¿Cuánto miden las cosas?
Desde hace mucho mucho tiempo ha habido un interés por parte de los arquitectos (y de los no arquitectos) por el tamaño de las cosas. En la primera mitad del siglo XX se publicada el primer Neufert, pero ya Vitruvio planteó una proporción de escala humana como punto de partida para pensar la arquitectura. Sin embargo, ¿Por qué sigue siendo necesario acotar unos mínimos para poder llamar a una habitación por su nombre?. Todos sabemos qué es grande y qué es pequeño. O todos deberíamos saberlo.
Es aquí donde los arquitectos hacen una pausa, y se preguntan: "¿En qué medida el problema de la arquitectura depende de la norma?". La norma que debe imponerse a cualquier otra es la del sentido común a la hora de proyectar.