LIFE REUSING POSIDONIA
“Copiad, malditos”, recomendaba algún maestro cercano.
El proyecto Life Reusing Posidonia es un proyecto desarrollado en Formentera, promovido por el IBAVI y construido por arquitectos concienciados con la vivienda pública, analizando su función social y preocupados por la sensibilización ambiental. Piensan y actúan en clave de sostenibilidad, tanto en lo social como en lo ambiental. En sus nuevas promociones incorporan técnicas para reducir la emisión de CO2, el uso de energía y la producción de residuos, al mismo tiempo que potencian el consumo de energía sostenible.
Este proyecto es una iniciativa reconocida por la Unión Europea y consta de 14 viviendas de protección públicas en Sant Ferran, en Formentera. Una de las características más importantes, que de hecho da el nombre a las viviendas, es el uso de la Posidonia oceánica seca como material de construcción. Esto proporciona una alternativa como aislante térmico y el uso de un residuo local abundante.
Los territorios insulares tienen una especial vulnerabilidad al cambio climático, añadiendo que también son los mejores lugares para experimentar, estas islas son idóneas para liderar los esfuerzos de mitigación del cambio climático.
Este proyecto muestra que el mediterráneo ofrece los recursos y el clima adecuados para reducir el consumo energético tanto en la construcción como en el uso de viviendas.
En estas islas también se tiene que lidiar por la escasez de terreno para conseguir energía renovable a través de aerogeneradores o placas solares.
Por último hay tres elementos que conforman este proyecto: la calidad, el confort y el presupuesto. Tuvo una subvención de 754.012 euros del programa europeo LIFE + 12 en la categoría de gobernanza medioambiental para proyectos de adaptación al cambio climático.
OBJETIVOS DEL PROYECTO
1
2
Reducir emisiones de CO2, energía útil, consumo de agua y producción de residuos
Demostrar el uso de la Posidonia como aislante, y la resistencia del hormigón de cal en masa.
3
Determinar el coste unitario real de una vivienda plurifamiliar que cumpla todos los requisitos.
4
Promover y fomentar el cumplimiento de los puntos anteriores en la arquitectura.
En cuanto al emplazamiento del proyecto, se divide el volumen edificado en dos bloques independientes aprovechando que las dos fachadas que dan a la calle disfrutan de vientos dominantes procedentes del mar (brisas marinas) que permitirán refrescar en verano de forma pasiva, ya que las viviendas tienen doble orientación y ventilación cruzada gracias a la configuración de la sala de estar/ comedor/cocina en forma de Z y un dormitorio en cada extremo.
El acceso a las viviendas se realiza directamente desde la calle, para recuperar la relación directa propia de los núcleos rurales, y evitar la aparición de ascensores y espacios y escaleras comunitarias. Además, cada vivienda
PLANTA BAJA
PRIMERA PLANTA
Este proyecto no destaca por tener una distribución inusual o atrevida. Tampoco destaca por una reflexión del habitar revolucionaria. El principal argumento de Life Reusing Posidonia es la sostenibilidad, el respeto por el medio ambiente y la concienciación social y ambiental para conseguir una arquitectura diferente, que luche contra el cambio climático. De esta forma, tenemos unas viviendas que, pese a no destacar por su programa,
este funciona y las soluciones arquitectónicas que aporta son correctas. Para el buen funcionamiento de la ventilación cruzada, todas las viviendas tienen la sala de estar-cocina-comedor con doble orientación y los dos dormitorios en fachadas opuestas. Las ventanas que reciben radiación solar disponen de elementos protectores (persianas, pérgolas, etc.) y se han dispuesto cables en la
fachada para facilitar el crecimiento de las plantas trepadoras de hoja caduca. En invierno, las grandes vidrieras y los lucernarios orientados al sur calientan de forma pasiva. La organización de los espacios y las decisiones formales son el resultado del conocimiento de las ventajas y limitaciones de los materiales, que por ser naturales son más frágiles. Esta fragilidad se convierte en oportunidad de diseño.
Los forjados de las viviendas se apoyan en muros de carga, hechos con hormigón de cal y bloques de Ytong. Estos forjados están construidos con vigas y viguetas de madera de pino, y con paneles estructurales de virutas orientadas de madera, ambas maderas ecológicas, aunque no locales.
Se ha aplicado biocida exclusivamente en las partes ocultas de la madera. Las cabezas embutidas en el muro se han recubierto con cartón reutilizado de cajas y embalajes para que absorba la humedad que llega a la madera.
El proyecto Life Reusing Posidonia es imposible entenderlo sin tratar su materialidad. Para ello, es necesario recordar los cuatro objetivos establecidos por el IBAVI: Reducir emisiones de CO2, consumo de energía y de agua, y producción de residuos; demostrar la viabilidad de la Posidonia como aislante térmico, y la resistencia del hormigón de cal en masa; la asequibilidad de la vivienda final y, por último, promover y fomentar el cumplimiento de los puntos anteriores en la arquitectura.
El cumplimiento de estos cuatro objetivos se consigue a través de los materiales de construcción empleados. Para ello, los arquitectos elaboran una clasificación de materiales, teniendo en cuenta su impacto medioambiental, su proximidad al emplazamiento y la viabilidad económica (C1, C2, C3 y C4, según los siguientes criterios).
C1
Residuos locales reutilizables
Posidonia
El aislamiento térmico depende de las burbujas de aire de su interior. En Formentera hay Posidonia de sobra, y obtuvieron permiso para retirar de las playas una capa superficial. Se ensayó con ese material y su colocación fue muy sencilla. No se degrada ni se pudre, mucha durabilidad.
Carpinterías reutilizadas en interiores
Madera obtenida de carpintería y somieres reutilizados. Ha sido proporcionada por la Fundació Deixalles, dedicada a la inserción sociolaboral de colectivos en situación de vulnerabilidad.
Cal aérea
Revoco de cal aérea hidratada en formato pasta en las fachadas para impermeabilizar los muros de carga mediante un revestimiento transpirable.
Marés de Cas Busso
Piedra arenisca de las Baleares extraída de Cas Busso, una cantera. Utilizada para las soleras, evitando la corrosión que se produciría en las barras de acero en un forjado de hormigón armado.
Cerámica
Baldosas y ladrillos, con materia prima de Baleares. Se han colocado con los agujeros vistos, girados 90º respecto a la dirección habitual, para permitir la circulación del aire y refrescar el interior de las viviendas sin dejar de proyectar sombra en verano. Además, así no se opone resistencia al empuje horizontal del viento.
C2
Productos ecológicos locales
Carpinterías exteriores de madera de Alerce
C3
Productos ecológicos no locales
La madera utilizada para las carpinterías exteriores proviene del País Vasco, de la madera del Alerce. El proceso de obtención de la madera es respetuoso con el medio ambiente y el tratamiento de la materia prima es ecológico.
Cal hidráulica NHL-5
El hormigón de cal se ha utilizado desde el año 300 aC en la arquitectura, y consigue absorber en el proceso de fabricación alrededor del 50% de CO2. Se dejó de utilizar por su lento fraguado y su falta de resistencia en edificios de varias alturas. Se utiliza para muros de carga.
Forjados de madera laminada
Utilizados en la estructura de las viviendas. Solo se ha aplicado biocidas a las partes no expuestas al aire.
Ytong
Bloques de hormigón aligerado en los muros de carga de fachada (exteriores). Densidad de 350-500 kg/m3, frente a los 2500kg/m3 del hormigón armado. Esta mezcla de arena de sílice, cal, cemento y un agente de expansión consigue un proceso de fabricación con muchísimo menos consumo energético y emisiones de CO2.
C4
Productos optimizados
"Los edificios contaminan. Cuando los construimos, debido a la fabricación de los materiales y la producción de residuos, y cuando los utilizamos, debido a la energía utilizada para vivir en ellos. Nuestra propuesta consiste en reducir un 50% la contaminación generada durante su construcción, un 50% la producción de residuos de obra, un 60% el consumo de agua y un 75% la energía consumida para calentar o refrigerar.
Para conseguirlo, recuperaremos técnicas y materiales de la arquitectura tradicional, y usaremos sistemas de baja tecnología. No solamente por una cuestión ambiental, sino porque así se vive mucho mejor y cuesta casi lo mismo. Si esta propuesta se aplica de manera generalizada, las ciudades serán más amables y agradables, y se adaptarán gradualmente al cambio climático."